Ivica Dragutinovic llegó al Sevilla en el último momento del plazo de fichajes de 2005. Sergio Ramos dio la "espantá" y se fue al Madrid y el Sevilla reaccionó contratando al defensa serbio. Tuvo algunos problemas de adaptación, tanto que su anécdota más recordada fue la agresión que le produjo a César Cadaval cuando este le gastó una broma a la salida de un entrenamiento. Pero con el paso de los meses se fue asentando acabando por ser ttitular indiscutible. Su don de liderazgo hizo que la afición le considerara un ídolo y un ejemplo de lucha por la camiseta. Su paso por nuestro club también deja una marca para la historia ya que él hizo el gol 3000 en primera con nuestro equipo en Anoeta. La mejor temporada de Ivica fue sin duda la pasada 2009/10 donde además de sus virtudes defensivas se le añadió una faceta en él hasta ese momento desconocida: Los lanzamientos de falta. Consiguió preciosos goles sorprendiendo con sus disparos a balón parado y en ocasiones sirvió para que sus compañeros remataran a gol. Pero la desgracia se cebó con él ya que al final de esa temporada y con el equipo ya clasificado para la final de copa una lesión en el talón de aquiles le cortó la racha y la posibilidad de disputar dicha final. Esa lesión ha hecho que esta última temporada solo haya actuado al final y saliendo desde el banco en los últimos minutos de partido.
A Drago le quedan un par de años de fútbol y ha preferido acabar su carrera en otro equipo. Desde aquí desearle el mayor de los éxitos y esperar su regreso que de una manera u otra esté ligado al Sevilla FC como lo va a estar su nombre para siempre a la historia de nuestro club. Gracias por todo Comandante Drago.
