Era un 27 de Abril como hoy, pero ese día era Jueves de Feria. La Sevilla futbolística estaba pendiente de algo que no se iba a producir en el Real (al menos hasta horas después). Una semifinal de UEFA llegaba por primera vez a nuestra ciudad además en el año en que celebrábamos nuestro centenario. Las entradas agotadas, reparto de bufandas a todos los que asistían. La emoción se palpaba en el ambiente. El autobús del equipo fue arropado por miles de personas desde su salida del Hotel Los Lebreros hasta la puerta del Estadio. En la ida disputada en Gelserkinchen se consiguió un meritorio empate a cero. El Schalke 04 era en aquellos momentos unos de los equipos más en forma de Europa con jugadores de la talla de Asamoah, Poulsen o Kuranyi.
El partido estaba fijado para las 20:45 de la noche y tras 90 minutos de infarto acabó con empate a cero. Los corazones a mil por hora, un gol si que sería definitivo, yo particularmente no quería ni pensar en que hubiese tanda de penaltis, mi corazón no lo iba a poder resistir. Sin embargo, un chaval de la cantera que apuntaba a estrella y que salió en la segunda mitad, consiguió con su dorsal 27 en el día 27, en el minuto 100 del año 100 de nuestro Club, el gol que nos abrió las puertas de la gloria. Ese Sevilla mediocre de tantas y tantas décadas que solo aspiraba a meterse en esta competición para dar alguna que otra noche de alegría a la afición, mezcladas con muchas otras de desengaño se había clasificado para disputar un final europea. Y tuvo que ser él, el que pasó a la historia por ese gol y que desgraciadamente pasó a la historia por su muerte, no es otro, como todos sabemos, que Antonio José Puerta Pérez.
Ni que decir tiene que los otros 20 minutos de partido se hicieron eternos, eternos como nuestro Antonio, eternos como el sabor de la victoria en esa noche, y como el sabor de la gloria días después en Eindhoven. La fiesta se trasladó a la Feria, donde nuestro querido protagonista fue el centro de todas las miradas y felicitaciones. La noche fue larga para la plantilla y aficionados que celebramos como nunca lo que no habíamos visto jamás. Mi sueño se cumplió: Iba a ver al Sevilla jugar una final y no de un Carranza ni un Colombino, era una final europea. En esos momentos poco o nada me importaba quien sería el rival ni siquiera si ganábamos o no el siguiente 10 de Mayo, esa noche pensaba que después de eso todo lo que viniese sería un regalo que jamás pensé en tener.
Desde este humilde Sevillista que aquella noche hiciste tan feliz, te quiero mandar el más fuerte de los abrazos allá donde estés. Gracias Antonio por llevarme a la gloria.
A modo de recordatorio estas fueron las alineaciones de ambos equipos aquella mágica noche:
Sevilla FC: Palop, Daniel Alves, Ocio, Escudé, David Castedo; Navas, Maresca, Adriano (Puerta, min. 76), Martí; Saviola (Makukula, min. 109) y Luis Fabiano (Renato, min. 98).
Schalke 04: Rost; Rafinha, Bordón, Rodríguez (Larsen, min. 81), Kobiashvili; Poulsen, Ernst, Asamoah (Sand, min. 91), Lincoln; Bajramovic (Varela, min. 61); y Kuranyi.
Y por último el vídeo del momento del gol:
Desde este humilde Sevillista que aquella noche hiciste tan feliz, te quiero mandar el más fuerte de los abrazos allá donde estés. Gracias Antonio por llevarme a la gloria.
A modo de recordatorio estas fueron las alineaciones de ambos equipos aquella mágica noche:
Sevilla FC: Palop, Daniel Alves, Ocio, Escudé, David Castedo; Navas, Maresca, Adriano (Puerta, min. 76), Martí; Saviola (Makukula, min. 109) y Luis Fabiano (Renato, min. 98).
Schalke 04: Rost; Rafinha, Bordón, Rodríguez (Larsen, min. 81), Kobiashvili; Poulsen, Ernst, Asamoah (Sand, min. 91), Lincoln; Bajramovic (Varela, min. 61); y Kuranyi.
Y por último el vídeo del momento del gol:
2 comentarios:
Vaya día de emociones, cada post, un mar de lágrimas. Magnífico, amigo!
Un abrazo
Si Manu, nada más escribiendo se saltan las lágrimas.
Un abrazo.
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